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Esperanza

Si esta semana ha de tener un nombre debe ser precisamente éste, porque al fin asistiré al taller de Liderazgo en AcciónY tras él, se esconde una persona, Esperanza Loira, a la que descubrí por casualidad hace casi tanto tiempo como cuando monté mi empresa, Onsom.com.

 

Si esta semana ha de tener un nombre debe ser precisamente éste, porque al fin asistiré al taller de Liderazgo en Acción. 

Y tras él, se esconde una persona, Esperanza Loira, a la que descubrí por casualidad hace casi tanto tiempo como cuando monté mi empresa, Onsom.com, con Vicenç Pardo. Era en un taller de Habilidades para emprendedores que me impactó muchísimo. Me marcó una frase y después su generosidad y su sinceridad. Desde entonces, Esperanza es una gran amiga y la coach de nuestra empresa. 

Por aquel entonces, incluso en CAEB, lugar donde se realizaba el taller, se sorprendían que alguien que ya había montado una empresa se apuntara a talleres y cursos. A mí me llamaba la atención que no asistieran empresarios y profesionales, pues siempre he creído que la formación es fundamental y que el mayor valor de una empresa lo constituyen las personas que la forman y no solo su capital financiero. 

Por eso, yo no me perdía ningún curso, pues venía de la cultura de Barcelona Activa, el mejor generador de emprendedores y formador de empresarios y profesionales del mundo. 

Hoy me levanto con especial ilusión porque podré profundizar en lo que es el eje de cualquier estrategia empresarial y proyecto de vida. Porque el liderazgo sigue siendo la asignatura pendiente de nuestra sociedad y, por ende, de muchas empresas. Por ello la gran mayoría vive en una crisis permanente, porque no es consciente de que el cambio debe liderarlo cada uno. Faltan líderes, un cambio de enfoque y coraje. 

En lo que a las empresas respecta, en mis 13 años de trayectoria profesional he conocido muchas organizaciones y profesionales que estaban financieramente sanos pero enfermos a nivel humano, desmotivados, sin rumbo, sin ilusión. Y al revés, empresas con equipos motivados y escasos recursos económicos. Y sí, es lo que pensáis, éstas últimas resisten, viven el presente y miran al futuro. 

Los gigantes caen, uno tras otro, a la par que un modelo social que no tenía en cuenta al individuo. Y no es casualidad, pues la mayoría de organizaciones han prestado más atención a las cuentas fiscales que a las personas y quienes debían liderar y cuidar de estos equipos humanos no han cumplido su misión. Cuidado con estos personajes, directivos o ex responsables de recursos humanos de grandes empresas que han cerrado o en procesos de quiebra y que hoy se disfrazan de coach. Y lo peor, son los principales responsables y cómplices del hundimiento. Mirad el curriculum de muchos coachs, sus trayectorias, y analizad si las empresas que dirigen cuentan con personas motivadas. Repito, las empresas que fracasan son las que no se forman y, por tanto, no apuestan por las personas. 

Esperanza Loira, no está en este grupo de personas. Tiene un trayectoria profesional y de vida extensa e intensa. Y de éxito. Algo imprescindible para quien debe guiar y formar. 

Igual que hace 9 años, estoy seguro que este sábado, subiré un nuevo peldaño o quizás dos o tres, en este fantástico camino que es la vida y la empresa. Y a mi lado estará también mi socio, Vicenç Pardo. 

¿Y tú, das el paso?

 

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